La naturaleza es el mejor escenario de juego, no solo por la variedad de estímulos y elementos para el juego libre, si no por que también satisface esa necesidad que tienen los niños del medio natural.
Sin embargo, es un elemento que cada vez tiene menos fuerza en el desarrollo de los más pequeños. Las ciudades, los horarios y las tecnologías parecen alejar a la infancia del juego libre tradicional que se daba en la naturaleza que todo lo invadía.
«El juego libre al aire libre es una forma de recuperar la esencia de la infancia. Salir al campo, a la plaza, al monte y confiar en el niño, son elementos imprescindibles para dejarles crecer como personas.»
«Crecer es un oficio muy duro y los niños consiguen superarlo mediante el juego. Si les privamos de él, ¿qué sociedad estamos construyendo?»
− Katia Hueso, fundadora de la primera escuela al aire libre de España
Creemos que es fundamental en el aprendizaje desde la infancia, y por eso, nos esforzamos por llevar lo natural a nuestros espacios de ocio. Lo hacemos de muchas formas. Generando formas de juego similares a las que se viven en la naturaleza, buscando la integración de los espacios en el entorno, referenciando a los elementos de la naturaleza en nuestros juegos y cuidando nuestro impacto en el medio.
Porque el sistema natural tiene muchos beneficios:
«Decidir a qué juegan les empodera, les da capacidad de decisión. El entorno es cambiante —ayer hacía sol, hoy llueve— y les da flexibilidad, capacidad de adaptación, resiliencia, aceptar que no podemos controlar todos los aspectos de nuestra vida, algo que pasa hoy día en la sociedad».
Así lo describe esta bióloga especializada en el juego libre, cuando habla de la naturaleza en la infancia.
Para los niños y niñas más pequeños… (0-2 años)
Clara tiene 2 años.
Es muy pequeña, no conoce el entorno donde hoy la llevan sus padres, no sabe de sus peligros… por lo que está constantemente acompañada de ellos.
Juego Sensorial.
Se acerca y toca todo lo que encuentra, le encanta jugar con arena, piedras y agua, con las pequeñas cosas que encuentra.
Su cuerpo experimenta con estos elementos, comienza a conocer su entorno y estimula sus sentidos a partir de pesos, texturas y olores. Son juegos de desarrollo sensorial.
Juegos de ejercicio: psicomotricidad.
A su vez, no deja de moverse, con lo que comienza a definir su lateralidad y, junto a su aprendizaje de caminar, desarrolla su tono muscular y control sobre su cuerpo. Se trata de juegos de desarrollo psicomotriz.
El desarrollo de la psicomotricidad se inicia en esta etapa y la acompaña durante toda su infancia, desarrollándola simplemente por el placer de jugar y por el placer de pensar, afianzando así su desarrollo emocional.
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La naturaleza de los 3 a los 5 años…
Paula tiene 5 años.
Mientras su hermana Clara juega ella se mueve de forma autónoma por la naturaleza para explorarla.
Juegos de ejercicio
Paula continúa con el desarrollo muscular llevado a juegos de equilibrio como lo son pequeños troncos caídos, piedras y saltos de riachuelos.
Aquí podrá tener un control más amplio de sus límites y perfeccionamiento de sus habilidades.
Juegos simbólicos
A nivel simbólico empieza a desarrollar la observación y relacionarlo en su día a día, empieza a imitar animales y reconocerlos.
Estimula la memoria al recordar sitios y recolectar elementos como piedras, hojas, y palos, los cuales categoriza por colores, tamaños y por lo que a ella le parece divertido.
Juegos de ensamblaje
En su aventura, Paula empieza incentivar potencialmente su creatividad, y con los recursos que va encontrando, ¡empieza a crear!
Construye sus propios juguetes y les da valor, aquí desarrolla su entorno individual que estará ligado con su autoestima y el conseguir pequeños logros. Como le gustan los coches, construye uno con rocas y troncos.
Juego de reglas
Paula, junto a sus amigos, empieza a inventar historias, ¡pero con sus reglas!
Es aquí donde aparecen juegos de reglas simples, como el escondite, los cuales afianzarán las relaciones sociales con los demás niños, empezarán a tomar decisiones en un contexto social.
De los 6 a los 12 años…
Hoy es el 10º cumpleaños de Carlos, y para celebrarlo han salido al campo con familia y amigos.
Mientras sus hermanas juegan bajo la observación de los padres, él decide explorar por su propia cuenta.
Juego de ejercicio
Carlos es un chico que le empieza a gustar el baloncesto, empieza a buscar actividades que la lleven a superar sus habilidades, el trepar árboles más altos y porque no, a pasar de uno a otro.
Empieza a tener rutinas predeportivas y deportivas, con reglamentos y objetivos claros como un partido de baloncesto.
Juegos simbólicos
A Carlos le mola un montón jugar con las nubes, encontrar formas, letras, animales ¡y hasta dragones!
Este es un claro ejemplo de estimulación simbólica y creatividad.
Juego de ensamblaje
Si Carlos a sus 5 años hacia un techo con unas hojas gigantes, ¡ahora piensa en algo más ambicioso!
Construye un fuerte o refugio, combinado maderas y hojas con pequeños amarres, desarrollando la persistencia y el aprendizaje a través del ensayo y error.
Juego de reglas
A partir de estas construcciones se empiezan a generar pequeñas historias.
Una casa, una estación de policía, un coche, y así con infinidad de elementos en el bosque; en las que Carlos y sus amigos deciden jugar a los detectives, con algunas reglas y objetivos.