En Picassent se respira la huerta mediterránea

Los espacios cuentan historias.

Esta zona de juego y de ocio mira al Mediterráneo a través de su agricultura y sus formas de vida. Con sus colores naranjas, cálidos y verdes, conviven desde hace siglos las gentes en uno de los campos con más personalidad. En L’Horta Sud empieza El Juego.

La experiencia de Jugar en La Terreta

Jugar en los parques influye en el desarrollo integral de las personas, dado que, jugando, los niños y niñas ponen en práctica sin saberlo habilidades y capacidades físicas, intelectuales, sociales y emocionales que luego madurarán y que contribuyen a prevenir el sedentarismo, la obesidad infantil y el aislamiento social.

La importancia de Jugar

El juego en sí mismo contribuye al desarrollo integral de las personas desde los primeros años de vida y eso significa que jugando, los niños y niñas estimulan y enriquecen sus habilidades y capacidades intelectuales, físicas, sociales y emocionales.

Todas estas posibilidades se amplían en los espacios abiertos, porque en los parques la naturaleza del juego libre estimula aún más la socialización y la creatividad, además del riesgo y la autonomía. Jugar al aire libre invita a jugar entre iguales, compartiendo un espacio común que da sentido a la idea de comunidad y de grupo. La conexión de los niños y niñas con su ciudad o su barrio empieza jugando en el parque.

Desarrollo social

El ser humano necesita contacto con otros para aprender y desarrollar sus habilidades sociales, por eso la vida social en la infancia sucede jugando. El principal motivo de jugar de los niños es el encuentro con los otros y esa necesidad de relación social, es la que hace que jugar les transmita alegría y aceptación. Jugando en la infancia se aprende la importancia de ser respetados y elegidos por el grupo, construyéndose una autoestima saludable.  

Aun sin ser conscientes de que jugando se están interiorizando las normas más básicas, la actividad que mejor ayuda a la socialización y a la convivencia con los iguales, es el juego. Compartir el espacio, esperar el turno y negociar las formas de uso, entrena las habilidades sociales y de comunicación.

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