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Los parques infantiles han dejado de ser una simple colección de columpios. Hoy, su diseño debe responder a una mirada más amplia: crear espacios singulares que conecten con las personas, maximicen la jugabilidad y se integren de forma coherente con el entorno urbano o turístico.

Desde ISABA abordamos cada proyecto con esta visión integral. A continuación, compartimos cinco puntos clave para repensar el diseño de los parques infantiles actuales.

  1. Zonas diferenciadas por edades para un juego evolutivo

Cada etapa de la infancia requiere estímulos y desafíos distintos. Por eso, una buena distribución de los elementos de juego por franjas de edad es fundamental para favorecer un desarrollo progresivo, seguro y estimulante.

Desde estructuras suaves para los más pequeños hasta zonas más complejas para edades mayores, un parque bien segmentado:

  • Reduce conflictos entre usuarios de distinta edad.
  • Fomenta la autonomía y el juego libre.
  • Aumenta la durabilidad de los elementos al adaptarse al uso real.

Diseñar con estos criterios no solo favorece la integración, sino que mejora la experiencia global de todos los usuarios.

  1. Cómo mejorar la experiencia del usuario

Cada etapa de la infancia requiere estímulos y desafíos distintos. Por eso, una buena distribución de los elementos de juego por franjas de edad es fundamental para favorecer un desarrollo progresivo, seguro y estimulante.

Desde estructuras suaves para los más pequeños hasta zonas más complejas para edades mayores, un parque bien segmentado:

  • Reduce conflictos entre usuarios de distinta edad.
  • Fomenta la autonomía y el juego libre.
  • Aumenta la durabilidad de los elementos al adaptarse a su uso real.

En ISABA trabajamos siempre con una visión global del desarrollo infantil, integrando estas zonas en un entorno coherente, atractivo y funcional.

 

Parque infantil accesible

 

  1. Alta durabilidad, bajo mantenimiento

Un parque infantil es una inversión a largo plazo. Por eso, cada elemento debe estar pensado no solo para resistir el uso intensivo, sino para hacerlo con un mantenimiento sencillo y viable para la administración pública.

Esto se consigue mediante:

  • Selección de materiales duraderos y resistentes a la intemperie.
  • Soluciones constructivas que minimicen las intervenciones técnicas.
  • Superficies antideslizantes y resistentes al desgaste.
  • Fácil acceso a las zonas técnicas para labores de mantenimiento.

Un diseño inteligente permite reducir costes operativos sin renunciar a la calidad del espacio.

  1. Criterios para que un parque sea sostenible

Hoy, más que nunca, la sostenibilidad ya no es un valor añadido: es un requisito.

En un parque infantil, esto se traduce en:

  • Elegir materiales reciclables o con bajo impacto ambiental.
  • Diseñar pavimentos drenantes que favorezcan la gestión del agua.
  • Apostar por zonas de sombra natural o estructuras que mejoren el confort térmico.
  • Integrar soluciones que alarguen el ciclo de vida del equipamiento.

Además, la sostenibilidad también se mide en cómo el parque mejora el entorno urbano, fomenta el uso activo del espacio público y refuerza el vínculo entre comunidad y territorio.

  1. Criterios para que un parqeu sea accesible

Un parque verdaderamente accesible es aquel en el que todos los niños y niñas pueden jugar sin limitaciones. No se trata solo de incorporar una rampa, sino de entender la accesibilidad como parte esencial del diseño.

Esto incluye:

  • Cumplimiento de la norma UNE 170001-1:2007 de accesibilidad universal y diseño para todos.
  • Pavimentos amortiguadores continuos y antideslizantes, como suelos de caucho técnico o EPDM, que favorecen la movilidad y la seguridad.
  • Zonas de paso amplias, sin desniveles ni barreras visuales.
  • Elementos de juego de baja altura y activación inclusiva, accesibles para usuarios con movilidad reducida o diversidad sensorial.

Diseñar con estos criterios no solo favorece la integración, sino que mejora la experiencia global de todos los usuarios.