La accesibilidad en los espacios de juego no es una novedad para ISABA. En el año 2000, antes de que existieran normativas específicas, impulsamos el proyecto Recrea junto a la Universidad Politécnica de Valencia, Fundación ONCE, AIJU y CEAPAT. Este proyecto pionero demostró que la accesibilidad debía integrarse en todo el entorno de juego y no limitarse a elementos aislados. Desde entonces, hemos trabajado para que la inclusión sea un pilar en el diseño de espacios públicos.
Esta experiencia nos ha permitido anticiparnos a la evolución normativa y comprender que la accesibilidad va más allá de la eliminación de barreras físicas. Hace más de un año que se publicó la Guía AFAMOUR sobre accesibilidad en espacios públicos, basada en la Orden TMA/851/2021, un marco regulador que refuerza la necesidad de diseñar espacios en los que cualquier persona pueda moverse y participar sin limitaciones. Pero ¿qué implica realmente crear un espacio accesible e inclusivo?
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El agua como elemento inclusivo en el juego
En ISABA diseñamos espacios de ocio accesibles, donde el agua es clave para el juego sin barreras. Su flexibilidad facilita la movilidad y la integración de niños con distintas capacidades. Nuestros Splashparks cuentan con pavimentos antideslizantes, juegos interactivos a nivel del suelo y entornos sin desniveles, fomentando la autonomía y el desarrollo sensorial y motriz. Colaboramos con administraciones públicas para transformar plazas, parques y áreas de juego en espacios accesibles, donde el agua se convierte en un elemento universal de disfrute.
Accesibilidad más allá de lo evidente
Al hablar de accesibilidad en zonas de juego, suele pensarse en columpios adaptados o juegos específicos. Sin embargo, la accesibilidad universal va más allá: implica diseñar espacios donde todas las personas puedan participar activamente y convivir sin barreras. Mientras que la integración añade elementos accesibles en áreas separadas, la inclusión permite que todos jueguen juntos en un mismo entorno. Pero de poco sirve un parque accesible si no se puede llegar a él. La cadena de accesibilidad garantiza que todo el recorrido esté libre de obstáculos, considerando rutas adaptadas, accesos seguros, señalización clara y zonas de descanso.