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Las suaves montañas de Picassent guardan secretos como cuevas. Cuevas ocultas y misteriosas, que otros viajeros descubrieron con el asombro que da enfrentarse a la naturaleza. El mismo asombro que tienen los niños cuando juegan y se retan y descubren que son capaces de superar habilidades y capacidades a cada paso.

Si el juego es el lenguaje de la infancia, la vida infantil no puede concebirse sin jugar.

Jugando en las cuevas del águila

La importancia de Jugar

Los parques infantiles tienen mucho que ver con el desarrollo de las ciudades y de las personas, porque el juego es el lenguaje de la infancia y su forma de relación, además de un derecho universal. Jugar se identifica con el placer, la libertad de elegir y el reto de superarse una y otra vez y por ello los parques no son lugares de paso o de tránsito, sino que son lugares para crecer y vivir.

Vivir la infancia jugando puede contribuir a un desarrollo saludable de la actividad física habitual, así como de las habilidades sociales, emocionales y de las capacidades cognitivas, porque el juego contribuye al desarrollo integral del individuo. Desde los primeros años de vida, los niños y niñas se estimulan a sí mismos jugando y mientras crecen, el juego les acompaña en sus aprendizajes de forma natural y en su socialización, potenciando la creatividad, la autonomía individual y la capacidad de riesgo, haciendo que los parques sean escenarios pedagógicos.

En La cova de L`Àguila de Picassent se juega por placer, asumiendo riesgos, creando recorridos y haciendo divertida la aventura, con la libertad que da sentirse protegido.

La importancia de Jugar

La experiencia de Jugar en una cueva de águilas

El impacto protector de las montañas del municipio y de la cima del águila, inspira un divertido juego entre cuevas y alturas, que fomenta la relación con la naturaleza. Un vínculo que no tiene principio ni final, como tampoco lo tiene el juego para niños y niñas.

Jugar en los parques influye en el desarrollo dado que, jugando, los niños y niñas ponen en práctica habilidades y capacidades físicas, intelectuales, sociales y emocionales que aprenderán a madurar mientras crecen.

La experiencia de Jugar en una cueva de águilas