Los espacios de ocio acuático han destapado su potencial para generar experiencias y emociones que fidelicen a los huéspedes. Se han convertido en un ‘must’ para los alojamientos turísticos familiares.
Son ya un servicio clave y como tal, viven su propia evolución y tendencias.
Por supuesto, están muy ligadas al sector hostelero, y se unen en demandas como la sostenibilidad, la personalización o la generación de experiencias diferentes.
Nosotros te contamos cómo vivimos esa evolución desde dentro y hacia dónde estamos caminando para dar la respuesta que los alojamientos necesitan.
Sostenibilidad. Requisito imprescindible.
Somos responsables con los espacios que configuramos y con cómo lo hacemos. Desde la fase de producción, con la elección de materiales y tratamientos no dañinos con el medio ambiente.
La configuración de sistemas hidráulicos eficientes energéticamente y que minimizan el uso del agua. La gestión a distancia de las instalaciones, evitando costes de desplazamiento. La propuesta de activadores para que los parques sólo funcionen cuando haya quien los use. Y un proceso de producción interno en el que controlamos la huella de carbono, las emisiones y los transportes.
Personalización y línea propia para las cadenas.
Espacios que transmitan emociones a través de una historia, el reflejo de un entorno o una cultura, y que conseguimos diseñando cada proyecto de juego de forma individualizada.
Integramos los parques de ocio dentro de la identidad de la cadena, creando un concepto que ligue con sus valores y lo que quieren transmitir a sus huéspedes. Diseñando de forma individualizada una línea estética que impregne todos los espacios de ocio del hotel o la cadena.
Perfil adolescente, no nos olvidamos de él.
Nos hemos dado cuenta de que es uno de los segmentos de edad más complicados, aquellos a partir de los 12 años y hasta los 18, buscan autonomía y movimiento. Para ellos, desarrollamos soluciones enérgicas, retadoras y que a su vez puedan integrarse en la distribución del hotel.
Propuestas como la Burbuja, tirolinas o Torres Activ, así como zonas aventura, son perfectamente integrables en propuestas globales de ocio acuático en hoteles.
La importancia del juego: más que personalización.
Las instalaciones deben dar un valor añadido, un compromiso con sus huéspedes y la sociedad. Ese valor es, a nuestros ojos, crear espacios donde la diversión vaya acompañada de aprendizaje, de ayuda al desarrollo infantil, de actividades que promuevan habilidades en cada etapa de crecimiento.
Los alojamientos están incorporando este compromiso a sus valores, y valoran cada vez más propuestas de ocio construidas sobre un porqué lúdico. Se aprecia la interacción y jugabilidad de cada espacio.
Experiencias en familia para recordar.
Todas estas tendencias llevan a crear espacios de ocio acuático en hoteles donde las familias vivan emociones, momentos y experiencias que puedan llevarse a casa tras las vacaciones. Recuerdos que, por tanto, les unirán al lugar donde los vivieron.
Este tipo de experiencias son las que fidelizan al cliente y consigue que repitan vacaciones si, especialmente los hijos, han quedado satisfechos.